Prácticamente en todos los establecimientos se hace aseo diariamente, pero ¿cada cuando se mueven los exhibidores, los refrigeradores, y las góndolas para hacer aseo profundo?
Con el paso del tiempo, en los rincones tras los muebles se acumula suciedad que a la larga termina por brotar o contaminar la mercancía que vendemos, cualquiera que sea el giro, pero principalmente sucede en los que se comercializan alimentos.
De pronto la suciedad acumulada termina por ser visible, y el problema es que como aparece poco a poco, terminamos por acostumbrarnos a verla. Quienes no se acostumbran a ver la suciedad son los clientes. Para un cliente siempre serán motivo de escándalo los pisos negros, los refrigeradores manchados, los exhibidores opacos, el polvo acumulado y sobre todo el moho.
Cuando se trata de relación entre personas todo es comunicación: nuestra forma de vestir, de hablar y de caminar, nuestra limpieza personal. En el mundo del comercio sucede lo mismo, todo es comunicación con los clientes: nuestros precios, el surtido, el protocolo de servicio, y también la limpieza del local.
El aseo diario en las partes visibles de nuestro local es imprescindible, y ciertamente no es necesario hacerlo diariamente a profundidad, pero sí es necesario hacerlo periódicamente para evitar la acumulación de suciedad. Por eso es importante distinguir el aseo diario de la limpieza profunda.
La mejor manera de prevenir la acumulación de suciedad en nuestro establecimiento es programandoy respetando escrupulosamente la programación de la tarea de limpieza profunda.
La limpieza profunda es una tarea que debe ejecutar todo el equipo de trabajo, ya sean familiares o empleados. Es una tarea que según sea la actividad del negocio, será más o menos frecuente. En una tienda en que se procesan alimentos debe ser al menos semanal, en una miscelánea al menos cada quince días y en una de ropa puede ser cada mes.
Para que resulte eficiente el trabajo de limpieza profunda es indispensable elaborar un check list, que enliste todo el trabajo a detalle que se realizará, de tal forma que contenga todos los lugares más susceptibles de acumular mugre.
No hay que excluir la acera exterior del local, la bodega, los cristales, los refrigeradores en su caso, el piso bajo los muebles, paredes, anaqueles, góndolas, exhibidores, y todo mueble del local.
Antes del día de limpieza profunda hay que asignar las tareas para cada uno de los colaboradores del negocio y preparar los utensilios de limpieza y los químicos que se utilizarán ese día.
