Sin la perseverancia un comerciante no podría salir adelante, por eso el emprendedor de un negocio debe ensayar y practicar esa cualidad una y otra vez hasta que forme parte de su personalidad.
Los retos que enfrenta un comerciante son muchos y la perseverancia es la mejor arma para superarlos. No falta el que le hace comentarios de desánimo, palabras desalentadoras que le pueden hacer temblar, pero el comerciante necesita ánimo y fortaleza y si no llegan de otra persona, las debe generar él mismo.
Los retos que con frecuencia enfrenta un comerciante son:
- Fracaso de nuestro primer negocio por falta de experiencia o cualquier otra razón.
- Falta de apoyo, ya sea porque nos abandonó un socio o cualquier persona clave no pudo seguir con nosotros.
- Traición por parte de los empleados.
- Cambios en la economía del país, e incluso mundial.
- Problemas financieros personales.
- Ventas bajas.
- Nuevas competencias.
- Problemas familiares.
- La necesidad de esfuerzo y sacrificio que requiere tener un negocio propio.
Estos y muchos otros retos enfrentamos los comerciantes, por eso es importante que como emprendedores seamos perseverantes, porque en el camino serán muchas cosas que pueden desviarnos y hacernos caer.
Veamos ahora cómo puedes mejorar tu perseverancia como emprendedor:
1. Divide tus metas en fragmentos pequeños.
El comerciante vive de ponerse metas, no abre un negocio para ver qué pasa, sino que tiene objetivos muy precisos. Pero el secreto está en dividir estas metas en fragmentos más pequeños, es decir, pequeñas metas que una vez cumplidas nos acerquemos más a la meta final.
Cumplir pequeñas metas te motiva y no sientes tan lejano el propósito principal. Las pequeñas metas ayudan a darnos cuenta de cómo avanzamos.
2. Te debes motivar.
Un emprendedor motivado será automáticamente perseverante, de lo contrario es más fácil que abandone sus proyectos. El secreto es encontrar lo que te motiva y apegarte a eso que has encontrado para motivarte. Si por ejemplo te motiva que tu familia te diga que has hecho un buen trabajo, házselo saber y muéstrales tus metas a corto plazo.
3. Mejora tu disciplina.
Una persona disciplinada es una persona que será siempre perseverante. Cumple estrictamente el horario de tu negocio, no te dejes vencer por el desánimo y nunca dejes de abrir tu negocio. Los clientes necesitan la certeza de que tu negocio está siempre abierto.
Nunca uses el dinero de las ventas para un propósito diferente al negocio. Cumple cabalmente con los compromisos de pago a los proveedores. Sólo aparta de las ventas lo indispensable para ti y tu familia y lo demás reinvéntelo en el negocio.
4. Sé una persona de hábitos.
Los buenos hábitos se convierten en una forma de ser y garantizan la eficacia de la operación del negocio. Hábitos como asear el local al finalizar la jornada, acomodar la mercancía que está fuera de lugar, guardar el dinero en lugares seguros, nunca tener dinero en exceso en la caja, depositar en la cuenta bancaria diariamente el efectivo, entre otros muchos, son una garantía de operar bien el negocio.
5. Procura no trabajar solo.
Este no es un requisito indispensable, sin embargo es aconsejable, pues es más fácil ser perseverante cuando se trabaja en equipo que hacerlo en solitario.
6. No descuides a tu familia.
El apoyo familiar es fundamental para un comerciante, pues es la familia quien tiene más capacidad para animar y reanimar cuando hace falta, cuando afloran las debilidades.
Por otro lado. Nunca es conveniente dedicar tanto tiempo al negocio que se descuide a la familia, en todo caso es mejor incorporar a la familia a las actividades del establecimiento para incrementar el tiempo de convivencia.
