Si en tu tienda tienes empleados, seguramente has experimentado el hecho de que los empleados lleguen tarde a su jornada laboral. Saber tratar ese tipo de situaciones puede ayudar a la integración del equipo de trabajo, y no saber tratarlo puede llevar el negocio a un caos.
Los empleados que siempre llegan tarde pueden crear problemas en el entorno de trabajo, desde bajar la moral del equipo de trabajo hasta afectar en el rendimiento laboral. Al no tratarse de una falta grave, la tardanza debe ser tratada por los propietarios del negocio de una manera respetuosa, teniendo en cuenta que es el comportamiento, y no la persona, lo que debe ser cambiado.
Concientiza al empleado sobre la importancia del problema.
Puede ser que el empleado simplemente no presta atención al tiempo y no se da cuenta de que hay un problema o piensa que si tú no le has dicho nada es porque no te das cuenta o no te importa. Entonces el primer paso es hacer que el empleado entienda que es un tema de preocupación y lo primero que debes hacer es darle la oportunidad de corregir el problema.
Explícale por qué llegar tarde es un problema. Puedes explicarle que afecta la moral del equipo de la tienda al dejar que sus compañeros de trabajo vean que no respeta las reglas, mientras que ellos están haciendo su parte para ser disciplinados. También puedes explicarle cómo su tardanza impacta en el rendimiento en el trabajo.
Pide al empleado que sugiera soluciones al problema.
Si él siente que puede ser parte del proceso para encontrar mejores hábitos, lo aceptará mejor que si simplemente le dices lo que tiene que hacer.
En caso de que sus actividades extra laborales sean la causa de sus retrasos, si te es posible cambia el horario del empleado para satisfacer sus necesidades, siempre y cuando no sea en detrimento de la tienda. Es posible que crear un nuevo horario de trabajo le permita al trabajador entrar una hora más tarde, siempre y cuando se vaya una hora más tarde. Ten cuidado, sin embargo, que no abuse de la nueva hora de inicio.
Medidas preventivas y correctivas
Siempre es conveniente crear medidas preventivas, por ejemplo tener listas de entrada donde los empleados, todos, firmen su hora de entrada diariamente, así como su hora de salida. Estas listas ejercen una presión a los empleados para llegar a tiempo, y les hará estar conscientes de que estás al pendiente de su puntualidad.
Por otro lado, en caso de indisciplina, adopta medidas de acción correctiva. Tu negocio debe contar con un proceso formal para la disciplina y la notificación de incumplimiento de las normas. En los primeros dos casos de retraso debes hacerle una advertencia verbal, pero si incurre en una tercera falla, será preciso que le hagas la advertencia por escrito y requerirás que te las firme de enterado.
Estas medias formales harán que el empleado tome en serio el tema de la puntualidad y también ayuda a cubrirte legalmente si decides poner fin a su empleo.
Pon el ejemplo adecuado con tu propia puntualidad.
Una conducta ejemplar del dueño del negocio siempre será estimulante para los empleados. Ser el primer en llegar es una manera de hacerlo.
Si no eres puntual y llegas tarde constantemente, das mal ejemplo a tus empleados. Si hay una razón para que llegues tarde, haz que tus empleados estén informados de que realizas actividades necesarias para el negocio como juntas con proveedores, revisión de precios y catálogos, etc.
