Si estás pensando en emprender un negocio propio, antes de dar el primer paso, debes analizar las implicaciones de hacerlo.
Cualquiera que sea tu motivación para emprender, nunca olvides que la etapa inicial es el análisis serio, frío y detallado en el que deberás tomar en cuenta tanto las ventajas como las desventajas de tener un negocio propio:
Ventajas de un negocio propio
No seguirás las órdenes de un jefe.
Ser tu propio jefe tiene rasgos sumamente emocionantes, pues tú definirás tus propias metas, organizarás tus tareas, tomarás tus decisiones, marcarás tu ritmo.
Lo que no debes creer es que trabajará menos que cuando eras empleado. Tampoco pienses que podrás faltar al trabajo. Lo que sí puedes hacer es administrarlo y distribuirlo para combinar tu vida personal, familiar, de pareja y profesional.
El esfuerzo como emprendedor es mucho más grande que como empleado. Pero eso sí, cada esfuerzo que hagas está construyendo tu propia empresa. Ser tu propio jefe te permite descubrir tu metodología de trabajo ideal y aprender a hacer cosas que quizás nunca imaginaste.
Eliges tus horarios de trabajo
Esto es algo que debes manejar con mucho cuidado: el hecho de no tener obligación de cumplir con un horario puede ser tentador para hacer un montón de cosas y dejar a un lado el trabajo, así que te recomendamos que aproveches esta flexibilidad de una forma inteligente y aprendas a gestionar muy bien tu tiempo y priorizar las actividades de acuerdo a tus objetivos.
Eliges dónde trabajar
Cuando emprendes – sobre todo si decides crear algún tipo de negocio digital – puedes trabajar desde cualquier lugar. Desde tu salón, tu habitación, la biblioteca más cercana o tu bar favorito. Cualquier sitio es perfecto para coger inspiración y ganar dinero.
Si optas por un local comercial, siempre tendrás la última palabra, todas las decisiones dependen de ti, comenzando por el giro y la ubicación de tu local. Por eso debes tener mucho cuidado con cada decisión que tomes, pues de cada una de ellas dependerá el éxito o el fracaso.
Puedes crear algo que deje huella
Emprender y crear un negocio propio es una gran oportunidad para crear algo que resulte importante para ti y deje huella en el mundo.
Hay muchos negocios e iniciativas empresariales que además de producir dinero buscan satisfacer una necesidad, cubrir algún tipo de carencia y lograr que la vida de sus clientes sea mucho mejor, repercutiendo en la historia de la comunidad en que se encuentra el negocio.
Un negocio propio puede ir más allá de tu propia generación y si es suficientemente rentable, se puede convertir en una empresa que evolucione, se reinvente y se adapte a diferentes etapas en la historia.
Puedes dedicarte a lo que verdaderamente te apasiona
No tiene sentido emprender en algo que no te guste. Cuando emprendes tu propio negocio y trabajas por tu propio beneficio tienes la oportunidad de trabajar en algo que realmente te apasiona y motiva. ¿Podría existir algo más gratificante que eso?
Puedes ganar mucho más dinero
Cuando emprendes dejas de trabajar por el beneficio económico de alguien más y comienzas a obtener mayores ingresos para ti. Puede que al principio los ingresos de tu negocio sean minúsculos, pero con el tiempo comenzarás a darte cuenta de que vale la pena.
Tomas decisiones más estratégicas
Tener tu propio negocio te enseña a pensar mucho más las cosas antes de hacerlas y a tomar decisiones más estratégicas. ¡Una mala decisión podría costarte el éxito de tu proyecto de emprendimiento!
Tienes más flexibilidad para estar con tu familia
Otra de las ventajas de tener un negocio propio es que si te organizas bien y logras ser productivo, tienes más flexibilidad para estar con tu familia y amigos.
Desventajas de tener un negocio propio
Ahora mostraremos el lado negativo de tener un negocio propio. Veamos:
La responsabilidad es mucho más grande
Cuando eres dueño de tu propio negocio toda la responsabilidad recae sobre tus hombros, es por eso que es muy importante que te prepares muy bien antes de emprender, sobre todo a nivel financiero, académico y psicológico.
Los riesgos son mayores
Son muchas las cosas que te juegas cuando tomas la decisión de emprender. Siempre existirá el riesgo y la posibilidad de que el negocio no funcione, que pierdas dinero y que tengas que volver a buscar empleo.
Tienes que preocuparte de todas las áreas de la empresa
Una de las grandes diferencias que existe entre tener un puesto fijo en una empresa y ser el dueño de un negocio es que en el primero solo tienes que preocuparte por tus propias responsabilidades y actividades, mientras que en el segundo debes estar pendiente de todas las áreas de la empresa.
A pesar de que tengas otras personas ayudando en el negocio, un emprendedor siempre deberá vigilar y supervisar que todo funcione bien.
Puede ser que trabajes demasiado
Cuando hablábamos de que cuando emprendes no tienes horario fijo no solamente nos referimos al hecho de que puedes tener tiempo libre cuando quieras, sino también a que en caso de ser necesario, puede ser que tengas que trabajar demasiado.
Puede ser estresante
Tener un negocio propio puede ser estresante: tener la incertidumbre y miedo de no vender lo suficiente para pagar las cuentas es algo prácticamente inevitable.