En México hay casi 1.2 millones de tienditas activas, de las cuales dependen hasta 3 millones de personas directamente, y se han convertido en una fuente importante de ingresos principalmente para mujeres, según cifras del INEGI, pues seis de cada 10 tiendas de abarrotes son atendidas por sus propietarias.
Para las tradicionales tiendas de abarrotes una de las principales amenazas es la instalación de una tienda de conveniencia en la colonia, pues tres de cada cuatro tienditas desaparecen cuando se instala un Oxxo, 7-Eleven, Circle K o Bodega Aurrerá Exprés, que es semejante a una tienda de conveniencia.
El 60 por ciento de las tienditas tiene como principal competencia a las grandes cadenas de minisupermercado; sin embargo, éstas han mantenido a sus clientes gracias a la gran cercanía con la comunidad, pues son vecinos, comparten inquietudes y aportan soluciones comunes a la Colonia.
Sin embargo, a pesar de que las tiendas de abarrotes son uno de los canales preferidos por los consumidores, la pandemia generó importantes afectaciones en este sector y surgieron nuevos retos, principalmente en materia de capacitación y adopción de nuevas tecnológicas para hacer más eficiente su administración y operación.
Estos pequeños negocios, destacó el directivo, tienen gran relevancia en el mercado, pues resultan ser atractivos para otras industrias, como las fintech, que han abierto la posibilidad de apoyarles en la digitalización y en darles microcréditos para que continúen emprendiendo.
Según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), las entidades federativas con mayor número de tiendas de abarrotes y alimentos son el Estado de México, con 160 mil 461 unidades; Ciudad de México, 84 mil, y Puebla, 73 mil 110.