La iluminación es un elemento de alto alcance comercial en una tienda, al grado que un local bien iluminado llega incluso a marcar la diferencia entre un local memorable, otro que pasa desapercibido para el cliente y, a veces, algunos están tan mala iluminados, que provocan desagrado.
Un buen proyecto de iluminación de un local comercial consiste en saber escoger, combinar y jugar con las luces del local con el fin de darle vida o destacar determinados elementos del espacio.
El alumbrado no sólo se percibe de forma visual, sino que tiene un fuerte peso subliminal en las personas. Esto último se traduce en que, con un análisis previo de cuáles, dónde y cómo hay que colocarlas, las luces pueden provocar varios efectos positivos para tu negocio:
- Aumentar el bienestar de trabajadores y clientes, mejorando por tanto la rentabilidad del local comercial. A través de las luces podemos influir en las emociones de las personas: provocar calma, confianza o nerviosismo. Depende de lo que estés buscando.
- Podemos dirigir la atención de los clientes a determinadas zonas de la tienda. Un ejemplo de ello sería iluminar un producto concreto que acaba de llegar y que queremos destacar sobre el resto.
- Llamar la atención e invitar a que posibles clientes entren en nuestro local y, una vez dentro, generar en ellos el confort suficiente como para que quieran quedarse a disfrutar sus compras.
Lograr una iluminación excelente y acorde no es tan difícil como parece si tienes en cuenta una serie de factores. La primera clave reside en distinguir y analizar las diferentes opciones de iluminación que se nos presentan. Veamos qué tipos de iluminación hay:
- Iluminación general. No existe un esquema estándar de iluminación pues cada local es un mundo, sin embargo esta luz es la genérica y si la usamos, debemos buscar un equilibrio en el que todos sus componentes encajen para que no queden zonas oscuras, a menos que tengamos ese propósito.
- Focal. Las luces destacadas en los locales ayudan a los clientes a orientarse y a que pongan atención en zonas que nos interesa destacar, como mostradores, productos específicos, etc. Para la luz focal podemos utilizar luces de diferente color a la genérica y con mayor intensidad.
- Ambiental y decorativa. Con este concepto buscamos crear ambientes únicos, atmósferas envolventes que hablen por sí solas y enfaticen quienes somos. Muchos negocios juegan con la escala de colores o bien optan por el uso de velas con un doble propósito: causar admiración y decorar.
También a la hora de seleccionar los diferentes tipos de luces, no debes olvidar especificaciones como su rendimiento, su consumo, potencia y usos. Todo cuenta y cada estilo dicta la ambientación de la tienda, por lo que debemos seleccionar las opciones más acordes con nuestra imagen y objetivos que nos hemos propuesto.
¿Qué buscamos resaltar? Esta y otras preguntas forman parte de una buena planificación lumínica de un proyecto en el que debemos analizar hasta el último detalle.
En función del tipo de local comercial que tengamos, le daremos prioridad a unos aspectos sobre otros. A veces la mejor opción es destacar productos, siempre usando luces y potencias adecuadas, pues una iluminación muy débil o demasiado fuerte pueden estropearlo. En otras ocasiones podemos destacar los techos para generar la sensación de altitud.
Las luces deben estar en concordancia con todos los elementos del local: color del local, entrada de iluminación natural, decoración, etc. Todo depende en gran parte de qué queramos mostrar a los clientes: elegancia, frescura, alegría, sobriedad, rapidez, abundancia, etc. Estas sensaciones no se logran con una decoración que nos parezca simplemente bonita, pues lo que las provoca es la iluminación en armonía y el ambiente adecuado.
