Muchos comerciantes realizan el cobro de una “comisión” o “recargo” que puede ir del 3 al 5% sobre el valor total de la compra o servicio, cuando el pago es realizado mediante una tarjeta de crédito o de débito, y lo hacen por la sensación de que pierden al aceptar pagos electrónicos; sin embargo esta es una práctica dañina para el negocio y que además afecta al cliente y a su impresión del negocio.
La razón por la cual un comerciante acepta pagos con tarjeta es agregar una opción de pago y con ello aumentar ventas, pero al cobrarle la comisión lo que estamos haciendo es en realidad desincentivar el uso de su tarjeta en nuestra tienda, lo cual es una contradicción.
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Aceptar pagos con tarjeta se ha convertido en una importante herramienta de competencia para las tiendas pequeñas frente a las tiendas de conveniencia y grandes corporaciones en general, sin embargo los clientes aún no sienten suficiente confianza para usarla en los pequeños establecimientos porque la mayoría no ha dado ese paso tecnológico. ¿Qué ha faltado?
Los mayoría de los pequeños establecimientos que ya aceptar pagos con tarjeta aún no han dado la confianza al cliente de usar sus tarjetas para pagar, pues:
- No lo publicitan con carteles en el local,
- Dan muestras de desagrado cuando el cliente pregunta si aceptan el pago electrónico,
- Trasladan al cliente el costo financiero del pago con tarjeta.
Se estima que al comenzar a aceptar pagos con tarjetas los negocios aumentan sus ventas en un 30% en promedio, por lo que si aceptando únicamente efectivo antes vendía $3,000 al día, al aceptar tarjetas sus ventas se deberían incrementar a $3,900 o más. Viéndolo desde ese punto de vista, si el vendedor absorbe el costo de la comisión, en realidad ¿estaría perdiendo?
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La Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros), organismo descentralizado del gobierno mexicano, establece al respecto lo siguiente:
Cobrar la comisión al cliente “incumple con lo que los comercios pactan con las instituciones bancarias, ya que en los contratos para el uso de terminales punto de venta se señala claramente que el pago de este servicio no debe repercutir en el costo de los bienes y servicios que promueven los comercios con su clientela”.
Si bien por un lado al establecimiento le cuesta una comisión recibir el pago con tarjeta de crédito o débito por el uso de la terminal, por otro lado recibe mayores beneficio a cambio :
- Aumentar su potencial de ventas, ya que hay un notable incremento en la población que utiliza las tarjetas de crédito y débito para adquirir bienes y servicios de uso cotidiano.
- Disminuye los costos y riesgos que implican ir al banco a depositar las ventas del día.
- A través del pago con tarjetas de crédito o débito aumenta el nivel de seguridad en el establecimiento porque se maneja menos efectivo.
En realidad la comisión que pagamos los comerciantes es el costo por las ventajas de aceptar pagos con tarjetas, entre ellas, ampliación de los canales de venta, mayor seguridad, aumento del ticket de venta, agilización del proceso de venta y la posibilidad de ofrecer meses sin intereses (MSI).
Si en algunos casos aceptar tarjeta como medio de pago no ha logrado incrementar las ventas, una razón de ello es que se ha dado el paso con timidez e incredulidad. Es necesario sacar la casta de comerciante y hacerlo con decisión: publicarlo con carteles propios o con anuncios que las mismas instituciones financieras proporcionan y aceptar el pago electrónico de muy buena gana.