La mala administración aniquila negocios

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Sí es posible saber de antemano si nuestro negocio tendrá éxito o si estará en alto riesgo de fracasar. Para saberlo es crucial estar abiertos para conocer cuál es el mejor momento para poner nuestra tienda, y estar dispuestos a cambiar la estrategia del negocio cuando sea necesario.

Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística revelan que el promedio de vida de los pequeños y medianos negocios es de dos años, y sólo uno de cada cuatro atraviesa esa barrera. En la mayoría de los casos es la falta de una buena administración la que provoca la muerte prematura de los negocios.

La administración de un negocio tiene sus cimientos en dos aspectos básicos: la liquidez y la viabilidad del negocio, es decir, en tener un respaldo financiero sólido para sostener el negocio y que éste sea viable para tener éxito.

Por eso podemos afirmar que la falta de liquidez y la ausencia de un estudio de viabilidad son los signos de una mala administración, y son la principal causa de muerte de los negocios. Analicemos estos dos vitales aspectos.

Falta de liquidez

Cuando un comerciante se siente ahogado por la circunstancia de que debe pagar a los proveedores pero las ventas no son suficientes para solventar sus deudas, suele tomar medidas desesperadas para surtir la tienda o para tratar de liquidar las deudas.

La desesperación lleva al comerciante a pedir mercancía a crédito sin planificar cuánto puede vender y cuándo debe pagar. Otra medida desesperada consiste en pedir préstamos al por mayor, lo cual generalmente termina por hundir más al negocio y acabar con el patrimonio del comerciante.

Antes de iniciar un negocio, es decir, antes de convertirse en comerciante, el emprendedor debe tener resuelto el tema de la liquidez, es decir, debe contar con el capital suficiente para la funcionalidad del negocio. 

El capital puede provenir de tres principales fuentes que pueden coexistir simultáneamente: dinero propio, dinero prestado y crédito del proveedor.

Es muy importante no omitir el dinero propio, porque recurrir solamente a créditos y a compras financiadas, es una vía de alto riesgo, pues factores propios o factores externos pueden hacer que el negocio no prospere. 

Inviabilidad 

Otro síntoma de mala administración es la ausencia de un estudio de viabilidad, porque un emprendedor, antes de iniciar un negocio, debe tener perfectamente claro si el negocio es viable, es decir, si existen las condiciones económicas, ambientales, geográficas y comerciales para que el negocio funcione. 

La pasión por el comercio es muy importante para iniciar un negocio, sin embargo, la cabeza fría también es indispensable para hacer una planeación adecuada. Un estudio de viabilidad debe resolver las dudas de si el negocio se ubicará en el lugar adecuado, con el giro adecuado, con el personal correcto y los permisos necesarios.

Algunas preguntas básicas del estudio de viabilidad que debemos hacer son las siguientes:

  • Los productos que pienso ofrecer son altamente demandados en la zona en que ubicaré el local comercial.
  • Existe el suficiente tránsito peatonal o vehicular en donde pienso instalar el local.
  • Los precios que tengo propuestos son realmente competitivos 
  • ¿Cuánta competencia tendré en la zona y cuál es su potencial comercial?
  • ¿En qué posición potencial se ubicará mi local respecto a la competencia que tendré?
  • ¿Los productos que ofreceré están al alcance de los consumidores de la zona?
  • El Estado tiene disponibles los permisos de operación necesarios y reúno los requisitos para obtenerlos?
  • ¿Cuál es el índice de delincuencia que afecta al comercio en la zona?

Si logramos descubrir que nuestro negocio es perfectamente viable y además contamos con fortaleza financiera, el éxito de nuestro negocio tendrá el camino allanado y dependerá sólo de nuestra disciplina, tenacidad y creatividad.