Poner el nombre a una tienda tiene el propósito de distinguirla de los demás, de definir su personalidad, darle individualidad y destacarla cuando logra metas, objetivos y éxitos, por eso la elección del nombre es muy importante, pues hacer una elección equivocada puede significar su impedimento para crecer.
Definir el nombre de una tienda no es cosa sencilla pues debe reunir algunos requisitos importantes como ser corto, único, pegadizo y representar a tu negocio. Por otro lado, elegir mal el nombre limita las posibilidades de crecimiento de tu tienda y provoca que los clientes al referirse a ella diga vamos a la tienda que está junto a… o cerca de…
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Hay ciertas tiendas que dan la idea de ser negocios sin personalidad, sin estrategia, poco serios, sin importancia o pequeños. Son tiendas a las que el cliente va sólo porque es la única que está abierta o porque es la única cercana.
Una tienda que parece insignificante será mediocre en el mercado sólo porque carece de nombre o el que tiene no es atractivo y proyecta ser una tienda que no es importante, aunque venda productos necesarios o importantes.
¿Cómo podemos saber que el nombre no es el adecuado ara nuestra tienda? Veamos los errores más comunes al elegir el nombre de un negocio.
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1. Poner mi nombre.
A no ser que seas un personaje público súper conocido o que tu persona sea un sello distintivo de calidad e innovación, poner tu nombre a tu tienda es uno de los errores más comunes entre los emprendedores. Ponerle Mary, Don Pancho o Juanita no es buena idea.
2. Poner mi apellido.
A no ser que tu apellido sea casi único o muy reconocido, elegir tu apellido puede ser un error que estanque a tu negocio. Nombres de tiendas como “Miscelánea García”, “Zapatería Fernández” o “Cremería López” no ayudan a destacar tu negocio del resto.
3. Poner el nombre de tu hija o esposa.
A no ser que tu hija sea muy famosa, o tu esposa una estrella de cine, existe exactamente el mismo problema que cuando le ponemos nuestro apellido a la tienda. Que tu tienda de dulces se llame “Rodolfo y Verónica” no aporta absolutamente nada a tu negocio. Eso si, quedarás como un buen marido o un buen padre, pero a nivel comercial estarás cometiendo un error que perjudicará al futuro de tu tienda.
4. Elegir un nombre porque me gusta.
Muchos comerciantes ponen a su tienda el nombre de un hijo con el argumento de “me gusta este nombre”. Un nombre nos puede gustar por muchos motivos, pero no tiene por qué ser el adecuado para nuestro negocio. Además de que nos guste el nombre, debe cumplir con una serie de requisitos estratégicos que nos ayudarán a posicionarlo de manera fácil y efectiva en la mente de nuestros clientes potenciales.
5. Elegir un nombre genérico.
Si le ponemos un nombre genérico estaremos condenando a nuestra tienda a pasar desapercibida porque cuando piensan en el nombre no lo asocian a la tienda ni a los productos que ofrecemos. No olvidemos que nuestro nombre, al igual que nuestro negocio debe tener y mostrar personalidad y carácter propio, por lo que no es nada recomendable utilizar un nombre genérico como “El abarrote” o “La tienda”.
6. Elegir un nombre excesivamente largo.
Un nombre excesivamente largo puede traernos muchos problemas: que sea difícil de recordar, que sea difícil de escribir, que la gente lo termine abreviando a su manera o que sea casi ilegible.
7. Elegir un nombre que no aporte valor a mi tienda.
El nombre de nuestro negocio debe formar parte de nuestra propuesta de valor para nuestro público. Por eso el nombre nos debe hacer crecer y no sólo hacernos diferentes
8. Elegir un nombre que no me represente.
El nombre debe representar a la tienda porque describe a qué se dedica y su manera de trabajar, Pero si el nombre no tiene nada que ver con nuestra tienda estaremos proyectando una imagen equivocada de nuestro negocio. Una tienda de abarrotes no debería llamarse “El pez dorado”.
10. Elegir un nombre difícil de pronunciar.
El nombre de la tienda debe ser fácilmente memorable, Un nombre en otro idioma puede ser muy “cool”, pero quien va a leerlo debe recordarlo. Por eso debemos asegurarnos de que el cliente sabrá leerlo, pronunciarlo y memorizarlo. De otra manera de nada servirá.
11. Elegir un nombre difícil de escribir.
Buscar una tienda en internet se nos complica cuando tiene un nombre complicado de escribir. Swarovski no es una buena idea.
12. Elegir un nombre parecido a la competencia.
No es recomendable que nuestra tienda tenga un nombre ya existente. Nuestro nombre debe ser original, una propuesta de valor única y cuánto más diferente sea, es mejor.
Ahora que sabemos en qué errores no debemos incurrir, revisemos el nombre de nuestro negocio. Si aún no tiene nombre, siempre es tiempo para seleccionar uno. Si el que tiene no es relevante, es buen momento para seleccionar uno que sea adecuado. Y si el que tiene te parece adecuado, promuévelo con publicidad y vistosidad para que sea exitoso y logre posicionarse en el mercado.
