Nunca la belleza física debe ser el criterio de selección del personal de tu tienda, pues lo que realmente importa de tu equipo de trabajo es su actitud de servicio, su eficiencia en la operación y su capacidad para realizar sus tareas, sin embargo, no basta con ser eficiente, pues también es importante la buena imagen, es decir la apariencia de limpieza en tu negocio.
Descuidar el aspecto del personal puede provocar que la clientela se aleje de tu tienda. El cliente guardará más en su memoria el aspecto agradable o desagradable que la eficiencia de un trabajador. Además, la imagen de un solo trabajador, representará irremediablemente la imagen de toda la tienda.
La buena imagen del personal de la tienda provoca la conexión entre tu negocio y los clientes, facilita la confianza del cliente y es un incentivo a continuar haciendo sus compras en tu tienda.
Sí tienes colaboradores en tu tienda es muy importante que pongas atención en su imagen, es decir, que observes que cuiden su higiene, su forma de vestir y su arreglo general, pues la buena imagen del personal, incluyendo la tuya, es la base de la confianza que los clientes depositen en la tienda.
Sin embargo, supervisar la higiene de los colaboradores de la tienda es una de las tareas más incómodas para el propietario, pues implica decirles que deben llegar bañados, con ropa limpia, uñas limpias, buen aroma, cabello aseado, buen aliento, etcétera.
Si se complica la tarea de supervisar, incentivar y corregir los hábitos de higiene del personal, se puede recurrir a un asesor de negocios, alguien de confianza, un amigo personal y del negocio que, entre otras tareas, se encargue de la comunicación con el personal sobre temas sensibles.
Una solución en el caso de la vestimenta es utilizar uniformes como batas, chaquetas o playeras, y de esa manera asegurar que además de que utilicen ropa limpia, se garantice la buena imagen del personal y de la tienda en general.