En el esfuerzo por incrementar las ventas muchos comerciantes recurren legítimamente a todo tipo de fetiches, oraciones y rituales con la esperanza de atraer clientes. Esto es comprensible si tomamos en cuenta que el mercado minorista se ha vuelto más complicado con la invasión de las tiendas de conveniencia y la agresividad de los precios de los supermercados.
Las misceláneas, las fruterías, las ferreterías, las papelerías y todos los negocios que venden al menudeo se han visto amenazados por las tiendas de conveniencia que han incrementado su competitividad con precios realmente difíciles de igualar. Entonces el comerciante, en su desesperación recurre a instrumentos sobrenaturales para combatir al enemigo comercial.
Rollos de canela atados con un listón rojo, rituales con clavo de olor para atraer clientes, oraciones de prosperidad y hasta hechizos para la competencia, todo, todo eso, son expresiones de la desesperación por no encontrar la solución para hacer crecer un negocio.
Utilizar estos recursos no es motivo de vergüenza, pues muestra la real y además legítima preocupación por el negocio. Todo lo que ayude al negocio siempre será bueno. Incluso muchos comerciantes solicitan la presencia de un sacerdote o un pastor para que ore por su tienda para que pueda prosperar.
Sin embargo, de lo que sí podemos estar seguros es que con fe o sin ella, las soluciones para hacer crecer un negocio, requieren estrategias, disciplina, experiencia, conocimiento, actitud y administración.
Hay tiendas muy bien puestas y sin embargo no tienen las ventas necesarias para ser rentables, no por mala suerte ni por conjuros, sino porque el surtido no es el que la clientela necesita, o el servicio es malo, o la actitud de los que atienden no es buena, o los precios son muy altos, o el propietario despilfarra en gastos innecesarios.
La solución para incrementar las ventas tiene que ser global, inteligente, técnica y sistemática. Y por supuesto, nunca cae mal una ayudadita sobrenatural.