Uno de los grandes secretos para que tu tiendita sea más rentable está en algo muy sencillo: vigilar las fechas de caducidad. Un buen manejo de los productos perecederos no sólo evita pérdidas, sino que también te permite ofrecer calidad, confianza y buen servicio. Aquí te dejamos algunas claves prácticas para lograrlo en cada etapa del proceso:
1. Al recibir mercancía: pide lo más fresco
- Revisa fechas al recibir los productos: Siempre que te surtan, dale una revisada rápida a las fechas de caducidad. Si algo viene muy justo o próximo a vencer, puedes rechazarlo o pedir un cambio.
- Pide producto con vida útil larga: Si puedes, aclara a tus proveedores que prefieres productos con la caducidad lo más lejana posible. Eso te da más tiempo para venderlos sin presión.
2. En el almacén o estantería: orden y control
- Registra o apunta las fechas: Ya sea en una libreta o en una app sencilla de inventario, llevar el control de las fechas de caducidad te ayuda a no olvidar lo que tienes.
- Aplica el método PePs (lo Primero en entrar, será lo primero en salir): Es decir, acomoda tus productos de modo que los más antiguos se vendan primero. Así evitas que algo caduque sin darte cuenta.
3. Dale vuelta a lo que no se mueve
- Haz promociones con productos cercanos a caducar: Un pequeño descuento puede ser suficiente para que se vendan rápido.
- Colócalos en lugares visibles: No los escondas. Ponlos cerca de la caja o donde la gente siempre mire.
- Haz combos o paquetes: Mezcla productos de baja rotación con otros que se vendan bien. Por ejemplo, un paquete de cereal con una leche próxima a caducar.
4. Planea tus compras con estrategia
- Empieza con pocas piezas de productos nuevos: Así pruebas si se venden antes de arriesgar mucho dinero.
- Analiza lo que sí se vende: Revisa cada semana qué productos salen más, cuáles se tardan en vender, y compra en función de eso.
La caducidad no es tu enemiga… si sabes manejarla. En cada etapa —desde que recibes los productos hasta que decides qué comprar— hay formas simples y efectivas de evitar pérdidas, mejorar tus ventas y mantener contentos a tus clientes. Ser ordenado y aplicar el método PePs puede parecer algo pequeño, pero es clave para que tu negocio se mantenga firme, rentable y confiable.