¿Cuánto tiempo se dedica y cuánto se debe dedicar a una tienda de abarrotes?

Poner una tienda de abarrotes es una de las formas más comunes de emprender en México. Muchas familias la ven como una opción para tener ingresos constantes sin necesidad de salir de casa. Pero, ¿cuánto tiempo realmente se trabaja en una tienda? ¿Y cuánto se debería trabajar para que sea rentable y sostenible?

La realidad: jornadas largas y esfuerzo familiar

En la mayoría de los casos, los dueños de tiendas de abarrotes trabajan entre 12 y 15 horas al día, especialmente si el negocio está en una zona transitada o si compiten con tiendas grandes o cadenas de conveniencia. Esto incluye abrir desde las 7 u 8 de la mañana y cerrar hasta las 9 o 10 de la noche.

Muchas veces, no hay días de descanso. Quienes están al frente del mostrador son los mismos que surten, limpian, hacen cuentas, manejan proveedores y hasta hacen la comida en casa. Cuando se trata de un negocio familiar, el trabajo se reparte entre padres, hijos, e incluso abuelos.

¿Es necesario trabajar tanto?

Sí y no. Es cierto que una tienda de abarrotes requiere presencia constante, pero también es cierto que muchos tenderos trabajan de más por falta de organización, de delegar funciones o de adoptar herramientas modernas. Algunos consejos prácticos para equilibrar el tiempo son:

  • Tener un horario definido, incluso si no se cumple al minuto. Abrir y cerrar a la misma hora ayuda a los clientes a acostumbrarse, y evita que uno trabaje horas sin sentido.
  • Capacitar a otros miembros de la familia o contratar apoyo eventual para no depender de una sola persona.
  • Usar tecnología simple como cajas registradoras con inventario, cuadernos digitales o apps para llevar el control del fiado y de ventas.
  • Hacer una planeación semanal de compras, para no estar saliendo diario a surtir.

¿Cuánto se debería dedicar?

Depende de las metas del negocio. Si se busca que sea rentable como fuente principal de ingresos, al menos 8 a 10 horas diarias bien enfocadas son necesarias, incluyendo tiempo de planeación, atención al cliente, control de inventario y mejora del local. No todo el tiempo se pasa en el mostrador: hay que considerar horas detrás del mostrador para hacer que la tienda crezca.

Si el objetivo es que sea un ingreso complementario, se puede reducir el horario y enfocarse en productos de alta rotación o abrir sólo en momentos clave del día (por ejemplo, mañanas y tardes-noches).

En resumen, una tienda de abarrotes no es un negocio pasivo. Requiere trabajo constante, inteligencia para optimizar tiempos, y mucha disciplina. Sin embargo, con buena organización, herramientas básicas y apoyo familiar, es posible tener un horario más humano sin perder ganancias.

El éxito de una tienda no se mide solo en cuántas horas abre, sino en qué tan bien se administra.

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