Los primeros tres años son el momento más frágil de los negocios en México, pues tres de cada cuatro cierran antes de cumplirlos.
Abrir un negocio es emocionante: se siente la ilusión de ser tu propio jefe, de tener independencia y de ver cómo tus ideas empiezan a tomar forma. Pero la realidad es dura: en México, la mayoría de los negocios no logra superar los primeros tres años de vida.
Y la caída en esta etapa no es porque los emprendedores no trabajen duro, sino porque las dificultades llegan más rápido de lo que se esperaba.
Quienes atraviesan esta etapa suelen enfrentarse a cuatro grandes obstáculos: vender poco, quedarse sin dinero, desorden en las cuentas y falta de apoyo externo.
La buena noticia es que todos los obstáculos se pueden enfrentar si se toman decisiones con cabeza fría y no solo con entusiasmo.
Muchos negocios cierran porque no logran atraer a suficientes clientes. No basta con abrir la cortina todos los días; hay que darse a conocer, salir a buscar clientes, hacer promociones, hablar con los vecinos y crear confianza.
Si la gente no sabe que existes, no habrá ventas suficientes para sostenerte.entonces es fundamental lograr que un alto porcentaje de la población de tu área comercial sepa que ahí está tu negocio, qué vendes y cómo atiendes.
Otro error común es pensar que todo lo que entra a la caja es ganancia. La realidad es que de ese dinero deben salir inventarios, renta, luz, sueldos y un pequeño guardadito para emergencias. Cuando el dinero se usa sin cuidado, tarde o temprano llega el ahogo financiero.
También es frecuente que los nuevos emprendedores no lleven control de nada: ni ingresos, ni gastos, ni deudas. Eso equivale a caminar con los ojos cerrados. Un registro sencillo, aunque sea en una libreta, es mejor que nada y te ayuda a tomar decisiones reales.
Y finalmente, está la falta de financiamiento oportuno. Muchos esperan a estar en crisis para pedir un crédito, cuando lo ideal es informarse desde el inicio sobre apoyos, programas y opciones de financiamiento para crecer o sobrevivir en momentos clave.
Sobrevivir es posible
Si estás en los primeros tres años de tu negocio, lo importante es reconocer que esta etapa es la más frágil, pero también la más formativa. Es aquí donde aprendes a conocer a tus clientes, a cuidar cada peso y a ordenar tu negocio para que pueda consolidarse. Superar este reto no depende de la suerte, sino de decisiones inteligentes tomadas desde el inicio.