Los pequeños comercios padecen los estragos por la competencia de las grandes cadenas y la penetración de la tecnología, pero el arraigo que tienen entre los consumidores los mantienen a flote
Las tienditas de la esquina son un detonador clave del desarrollo económico. En México, existen un millón 182 mil puntos de comercio tradicional, es decir, pequeños establecimientos como misceláneas, carnicerías y papelerías, entre muchos otros, de los cuales 632 mil son abarrotes, de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
En la actualidad, dos millones de mexicanos se dedican a este modelo de negocio y tres millones más dependen de él para salir adelante.
“Las tienditas de la esquina juegan un papel importante en el consumo de los mexicanos. Durante años han sobrevivido a los cambios en los hábitos de las personas, pero su trato personalizado los mantiene a salvo, aunque no están exentos de las crisis”, dijo Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
No obstante, el presidente de la Alianza opina que no todo es miel sobre hojuelas, pues entre los retos a los que enfrentan los comerciantes están la competencia del comercio corporativo, la inseguridad, el comercio informal y el exceso de los impuestos.
El aumento en el número de tiendas de conveniencia como OXXO y Seven Eleven también pone de frente una serie de desafíos, pues estos comercios ofrecen los mismos productos e incluso han expandido su portafolio hacia otros segmentos que resultan más atractivos para los consumidores.
El poder de estos minoristas corporativos como Oxxo y Seven le ha quitado una gran rebanada del pastel a los pequeños comercios en el país. Las cifras no mienten. En el caso de OXXO, la cadena propiedad de Femsa cuenta con más de 20 mil puntos de venta diseminados en México y ya ha incursionado en Colombia.
Asimismo, en sus sucursales atiende diariamente a 15 millones de clientes y su plantilla laboral está integrada por más de 129 mil colaboradores.
En el caso de Seven Eleven, el último dato disponible de la empresa fundada en 1976 en Monterrey muestra que cuenta con más de mil 700 sucursales.
El principal diferenciador de estas cadenas con las tienditas de la esquina es que han apostado por la digitalización, una barrera a la que aún se enfrenta un gran porcentaje de los comercios tradicionales.
Los pagos móviles se han convertido en una apuesta de las tiendas de conveniencia, y aunque algunos pequeños negocios se han subido a la ola de la tecnología, muchos se resisten a abrir la puerta a las nuevas tecnologías.
Anpec estima que, en promedio, una tienda de abarrotes vende 40 mil pesos mensuales, con una utilidad neta de hasta 9 mil pesos. Aunque la cifra es atractiva, Julián Scopinaro, director de la Unidad de Pagos Móviles de Mercado Pago en México, considera que este monto se podría incrementar si se adoptaran herramientas a sus negocios.
“Frente a la competencia que existe, la tecnología se ha convertido en un aliado para aquellos que buscan aumentar sus ventas. Los negocios tradicionales no están peleados con la innovación”, dijo Julián Scopinaro, Director de la Unidad de Pagos Móviles de Mercado Pago en México.
Una de las mayores ventajas que el directivo destaca es la alta penetración que existe de dispositivos móviles en el país. En México, 64.7 millones de personas utilizan teléfonos inteligentes, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Julián Scopinaro asegura que la digitalización es el primer escalón para que las empresas puedan acceder a más usuarios, pero no es el único beneficio que se obtiene. “Las tienditas deben probar con los pagos móviles, ya que esto va a hacer que vendan más y a la larga también resulta favorable para la economía a nivel nacional”.
