Las tienditas de la esquina sí pueden desaparecer

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Hay quienes piensan que las tiendas de barrio nunca desaparecerán, pues la llegada de las tiendas de conveniencia no les ha afectado, sin embargo, esto no se puede interpretar sino como exceso de confianza, pues según datos de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI), cada que se abre un establecimiento de las grandes cadenas de autoservicio o tienda de conveniencia impacta negativamente en la desaparición de hasta diez pequeñas tiendas de barrio.

En México, el 70 por ciento de los pequeños tenderos del país muestran preocupación por el futuro de sus negocios, demandan apoyo y están conscientes de que necesitan evolucionar con asesoría especializada.

Los tenderos juegan un papel muy importante en la actividad económica del país, pues existen más de un millón de las llamadas tienditas de la esquina en México. Son negocios familiares de los que depende el sustento de millones de personas, quienes padecen una reducción en sus ingresos cuando aparece una tienda de un corporativo.

Este segmento de pequeños negocios se ha visto amenazado y, en muchos casos, en franco riesgo de desaparición, debido a la falta de apoyos y una disminución en las ventas, derivada de los efectos de la emergencia sanitaria y del crecimiento de las grandes cadenas de establecimientos de autoservicio.

Existen en México más de 20,000 tiendas corporativas de autoservicio y mucha gente prefiere acudir a estos establecimientos para realizar el pago de servicios, recargas de celulares y la compra de otros insumos.

Un estudio realizado por «Expo Tendero», señala que las principales preocupaciones de los propietarios de las llamadas “tienditas” son: 

  1. El futuro de su negocio y la necesidad de evolucionar (70 por ciento); 
  2. La falta de surtido y abasto adecuado de productos (62.1 por ciento).
  3. No tener disponibles productos de innovación (58.3 por ciento); 
  4. Poca variedad de producto (56.8 por ciento); 
  5. El papel de la competencia (55.3 por ciento); 
  6. No poder ofrecer otros servicios a sus clientes (54.4 por ciento); 
  7. Falta de tecnología (51 por ciento), y por último,
  8. La falta de capacitación (45.6 por ciento).

Una conclusión de todo esto es que las tiendas de barrio necesitan evolucionar el negocio, capacitarse y acceder a apoyos para poder competir.

Es urgente un cambio de mentalidad en la forma de prestar el servicio al cliente, pues con frecuencia no se respetan los horarios de apertura y cierre, se aplican precios de manera arbitraria, se descuida el producto y a veces se ofrece al cliente mercancía sucia, maltratada y hasta caducada, con frecuencia el tendero cierra el negocio para atender asuntos personales, el trato que se supone debe ser más personalizado y amable, a veces se convierte en seco e indiferente.

Otro problema es que las tienditas no cuentan con un fondo fijo para poder tener cambio y rechazan billetes de alta denominación además de no aceptar pagos con tarjeta.

Mucho podrían mejorar las tienditas si cuidaran su aspecto pintando con regularidad, renovando publicidad vieja y mejorando la presentación y el servicio del personal que atiende el local,

Todos estos aspectos tienen más que ver con la mentalidad del tendero que con sus recursos financieros, de tal manera que dar un giro a la actitud generaría ya una gran ventaja sobre las tiendas corporativas.

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